Silvana Herrera fue distinguida junto a inventoras de Brasil, Paraguay y Uruguay por el premio Ingenias Latam 2025, una iniciativa que busca visibilizar el talento femenino en innovación y propiedad intelectual.
Fernanda Guajardo Sepúlveda
Cuando estudiaba Diseño en la Universidad de Talca, Silvana Herrera se enfrentó a una pregunta que cambiaría su carrera: ¿cómo perciben el mundo las personas con ceguera?
La respuesta apareció luego de meses de observación en terreno: a través de golpes de bastón, sonidos ambientales y una sorprendente capacidad para “visualizar el ruido”, muchas personas con discapacidad visual se orientaban gracias a la ecolocalización, el mismo mecanismo que usan los delfines en la oscuridad del océano.
Inspirada por ese hallazgo y por el estudio de la biomímesis, Herrera desarrolló Mov, una banda sensorial que se ajusta en la cabeza y emplea sensores láser para detectar obstáculos. La información se traduce en suaves vibraciones en la zona craneal, generando un mapa mental del entorno. El dispositivo busca complementar o incluso reemplazar el bastón blanco, permitiendo desplazamientos más seguros y con las manos libres. “Lo que buscamos es que las personas con discapacidad visual puedan caminar de manera más segura y autónoma, evitando accidentes en el trayecto”, explicó.
El proyecto comenzó en 2018 como su trabajo de título y rápidamente evolucionó en una línea de investigación aplicada. Tras años de ajustes técnicos, pruebas de usabilidad y colaboración con organizaciones de personas ciegas, Mov logró consolidarse como un prototipo funcional. En paralelo, Herrera enfrentó la ruta de la propiedad intelectual. Primero obtuvo una patente en Chile, y más tarde extendió la protección a Estados Unidos, México y la Unión Europea.
Hoy, Mov le valió a esta talquina el premio Ingenias Latam 2025, otorgado por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) y el Inapi en Chile. El galardón distingue a mujeres innovadoras con soluciones protegidas por derechos de propiedad intelectual con impacto social en América Latina.
“Al principio pensé que no tenía sentido postular, porque aún no vendemos el dispositivo. Pero entendí que lo que se reconoce es la innovación en sí, más que las ventas. Para mí es un orgullo, y también una manera de visibilizar el trabajo femenino y desde regiones”, señaló la diseñadora industrial, quien hoy realiza clases en la carrera de Ingeniería en Videojuegos y Realidad Virtual, así como en la Escuela de Diseño de la Universidad de Talca.
Por su parte, el director de Inapi, Esteban Figueroa, destacó que “la historia de Silvana es un ejemplo inspirador de cómo la propiedad industrial puede transformar una idea innovadora en una solución concreta con impacto social”.
El galardón, parte del programa europeo Al-Invest Verde DPI, responde a un objetivo más amplio: aumentar la participación femenina en innovación. Según cifras de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, en 2024 apenas el 18% de las solicitudes internacionales de patentes fueron presentadas por mujeres. Al visibilizar a inventoras de toda América Latina, Ingenias Latam busca abrir oportunidades y fortalecer la cooperación internacional.
Con 38 años, Herrera es la ganadora chilena en esta segunda edición del premio. Su caso refleja cómo la investigación académica con la creación de un dispositivo tecnológico puede avanzar hacia la validación de producto y certificaciones internacionales. “Hoy sabemos que hay una comunidad que nos apoya y organizaciones que creen en nuestro trabajo, lo que nos da seguridad y respaldo para pensar en estrategias y alianzas técnicas antes de llegar al mercado”.
Nota original: El Mercurio Innovación